La pobreza ha sido una constante en la historia humana, sólo después de la revolución industrial los beneficios sociales alcanzaron una gran parte de la población. Una mirada rápida a un mapa mundial sobre la industrialización muestra un vínculo claro entre la pobreza y la falta de industrialización. Para dar algunos ejemplos, los países africanos tienen muy pocas industrias y la mayor pobreza. La mayoría de los países de América Latina tienen algunas industrias y así menos pobreza, y los países más industrializados como EE.UU., Europa occidental y Japón son los más ricos con la menor cantidad de pobreza. Gran Bretaña fue el primer país en se industrializar, y no dejó que sus colonias la imitaran para mantener una ventaja sobre otros. La actitud es reiterada y practicada por la mayoría de los países ricos mediante el comercio y las finanzas, aumentando así la brecha entre ricos y pobres. Esto se explica históricamente en un libro del economista noruego Erik Reinert llamado “La globalización de la pobreza: como se enriquecieron los países ricos y por qué los países pobres siguen siendo pobres ”.
Hace un par de días le pregunté a mi madre si iba a votar en las elecciones presidenciales. Ella respondió: “No lo creo. Honestamente, ninguno vale la pena”. Perdí la fe en las elecciones desde hace muchos años. Algunos conspiracionistas lo llaman “selección presidencial”. Hay tanta manipulación de las noticias y en las redes sociales que uno empieza a cuestionar si realmente hace diferencia votar. Trump fue elegido presidente y según la última estimación, la participación fue mayor que años anteriores. Tal vez es sólo mi percepción de que a la gente no le importa quién está en la Casa Blanca.
Todos hemos soñado en algún día u otro sobre ganar la lotería. ¿Cuáles son los pensamientos que habitualmente vienen a nosotros en ese caso? Viajaría por el mundo, ayudaría a un miembro de la familia, compraría una casa bonita. La mayoría de nosotros ni compramos un boleto de lotería, pero pensamos en ganar el premio mayor! Debido a que las chances de ganar un millón de dólares son pocos, pocas personas hacen las cosas que aumentarían las posibilidades de ser millonario.